Limpieza del conector: Norma IEC 61300-3-35
Las conexiones de fibra hasta el hogar (FTTH) y fibra hasta el edificio (FTTB) han experimentado un importante crecimiento en todo el mundo en los últimos años, impulsadas por el aumento de la demanda de internet de alta velocidad y las cuantiosas inversiones de los sectores público y privado. En Estados Unidos, los despliegues de FTTH marcaron un récord en 2023, con casi 9 millones de nuevos hogares conectados. En la actualidad, las redes de fibra pasan por más de 51% de los hogares principales de Estados Unidos, gracias a la ampliación de los esfuerzos, incluida la financiación federal destinada a mejorar la conectividad rural.
El principal atractivo de la fibra óptica para los operadores de redes reside en su alto rendimiento y fiabilidad, con la ventaja añadida de reducir las necesidades de mantenimiento. Sin embargo, un componente crítico sigue contribuyendo significativamente a los problemas de la red: el conector óptico. Según un estudio de NTT Advanced Technology, los problemas con los conectores representan cuatro de las cinco causas principales de fallos en las redes, siendo la principal la contaminación de las caras frontales de los conectores. Este problema prevalece también entre los principales proveedores de redes de fibra de Asia, donde la falta de atención al mantenimiento de la limpieza de los conectores es responsable de alrededor de 90% de los fallos notificados.
En el pasado, las redes de transporte óptico y las interconexiones de fibra de los centros de datos se veían menos afectadas por la contaminación de los conectores debido a sus entornos controlados. Sin embargo, con el creciente uso de la fibra en redes exteriores, ahora es habitual encontrar conectores en zonas menos protegidas, como armarios de carretera, pedestales y locales de clientes, donde están más expuestos al polvo y la humedad debido a la falta de filtros y controles ambientales. Aunque la contaminación de los conectores es un problema frecuente, puede resolverse fácilmente mediante la limpieza, centrándose especialmente en la cara del extremo de la férula, que es la zona más crítica.
Férula del conector óptico y contaminación
La férula es una parte crucial del conector, responsable de sujetar y alinear la fibra óptica para conectarla con otro segmento de la red de fibra. Según la norma IEC 61300-3-35, la cara final de un conector óptico se divide en tres zonas: Zona A, el núcleo, a través del cual viaja la luz; Zona B, el revestimiento, que refleja la luz hacia el núcleo; y Zona C, el revestimiento amortiguador, que protege la fibra óptica de la humedad y los daños externos. El umbral de arañazos y defectos aceptables se revisó en la tercera edición, publicada en 2022.
El núcleo de un conector monomodo mide sólo 9 µm. Cualquier pequeña partícula de suciedad, mota de polvo o mancha de aceite colocada sobre él puede provocar importantes pérdidas por reflexión, atenuación y daños en la fibra. Mantener la limpieza del conector es crucial en sistemas de transmisión de alta potencia, como los sistemas DWDM o las transmisiones de larga distancia que utilizan amplificadores Raman, donde la potencia de transmisión de la señal óptica puede alcanzar hasta 1 W. En las transmisiones de fibra monomodo, una potencia tan elevada puede quemar los contaminantes y fundir el vidrio de la fibra óptica, lo que obliga a sustituir el conector.
Norma IEC 61300-3-35
A medida que se amplían las redes de fibra óptica y aumentan las demandas de ancho de banda, es imprescindible no descuidar el sencillo proceso de examinar y mantener la limpieza de los conectores. La mayoría de los operadores de redes han descubierto que la falta de higiene de los conectores es la principal causa de fallos en la red. Por lo tanto, es esencial utilizar correctamente herramientas especializadas de limpieza de conectores ópticos para garantizar que los conectores estén limpios y evitar interrupciones en la red. El cumplimiento de la norma IEC 61300-3-35 actúa como salvaguardia, garantizando instalaciones de calidad y un rendimiento óptimo de la red.
Conclusión
El papel de la férula en la alineación de las fibras ópticas pone de relieve la importancia de mantener la limpieza de los conectores para un rendimiento óptimo de la red. Con las estrictas directrices de la norma IEC 61300-3-35, garantizar la limpieza de los extremos de los conectores ópticos es más importante que nunca. Los contaminantes en el núcleo de una fibra monomodo, de sólo 9 µm, pueden causar problemas importantes, como pérdidas por reflexión, atenuación e incluso daños permanentes en sistemas de alta potencia. A medida que aumentan las exigencias de la red y los niveles de potencia, es esencial aplicar prácticas de limpieza adecuadas y cumplir las normas para evitar fallos, proteger la infraestructura de fibra y garantizar la fiabilidad de las redes ópticas en expansión.